Hace algunos días conversando sobre las lenguas, alguien comentó que el francés y el italiano son muy musicales, y que, en cambio, el alemán no tiene musicalidad. Naturalmente no se me escapó la observación de que toda lengua posee su propia belleza. Dentro del vastísimo repertorio literario en alemán, me pareció especialmente idóneo mostrar la conjunción entre el poema de Herman Hesse titulado "Beim Schlafengehen" ("Al irse a dormir") de 1911 y la composición homónima de Richard Strauss que forma parte del ciclo "Vier letzte Lieder" ("Cuatro Últimas Canciones", "Four Last Songs"). Ésta es la tercera canción, compuesta en agosto de 1948, poco tiempo antes de la muerte del compositor. El ciclo fue estrenado póstumamente en Londres en 1950 por la soprano noruega Kirsten Flagstad (1895 - 1962).
Otras biografías de Hesse: en alemán, en español. Dos artículos interesantes sobre el ciclo: pulsar aquí y aquí.
He aquí el texto en alemán de "Beim Schlafengehen":
Nun der Tag mich müde gemacht, soll mein sehnlichstes Verlangen freundlich die Gestirne Nacht wie ein müdes Kind empfangen. Hände laßt von allem Tun, Stirn vergiß du alles Denken, alle meine Sinne nun wollen sich in Schlummer senken. Und die Seele unbewacht will in freien Flügen schweben, um im Zauberkreis der Nacht tief und tausendfach zu leben.